lunes, 8 de abril de 2013

8/4/13

Escribo esta entrada después de estar tres meses desaparecida, pero qué queréis que os diga, no ha sido ni está siendo una buena racha. Siento que me falta algo, como si una parte de mí se hubiera perdido. No me voy a excusar diciendo que tenía muchas cosas de hacer, porque no, no tenía nada que hacer. No sé a dónde quiero llegar con esta entrada, supongo que mis dedos correrán solos por el teclado, así que no me hago responsable de lo que ellos puedan contar que mi boca jamás hará.

Siento que todo el mundo me ha abandonado, que ya los he cansado. Cuando soy esa chica alocada que grita y dice lo que quiere cuando quiere, estoy rodeada de gente. Pero cuando realmente necesito estar rodeada de gente no hay nadie, cuando lloro, lo hago sola, cuando necesito hablar con alguien y que me aconsejen lo único que recibo después de contar cómo me siento es un "no te rayes" que no me sirve de nada.

Seré sincera, yo siempre he sido una de esas personas que confían en la primera persona que se les cruza, que siempre espera recibir aunque sea la mitad de lo que ella da. Pero eso es lo que espero, lo que nunca sucede.

Pero el problemas no es el resto del mundo, el problema soy yo. Yo no me siento a gusto conmigo misma, siento que no soy yo, me esfuerzo por conseguir ser de una manera que no soy. Estoy todo el día poniéndome metas que nunca alcanzo. Ni siquiera consigo sincerarme del todo conmigo misma. Estoy todo el día sonriendo cuando desearía estar llorando, y sí, debería llorar y desahogarme, pero no puedo pasarme todo el día llorando, la gente me tacharía de amargada.

No sé por qué estoy escribiendo esto, cada palabra que tecleo me mata por dentro, pero a la vez necesito soltarlo aunque nadie lo lea o aunque lo que diga para nadie tenga sentido. Mi mente en estos últimos meses es un desastre, como esta entrada. Mis ojos no reflejan lo que mis labios, pero nadie se da cuenta, y si se da yo lo niego. ¿Para qué abrirme de nuevo? ¿Para que me digan que es una tontería, que no me raye?

Lo único que me ayuda en estos casos por muy visto que esté es la música, pero sobre todo son ellos, One Direction. Verles en vídeos sonriendo, escucharles reír, ver la camaradería que hay entre ellos, escuchar sus canciones... Me reconforta, me demuestra que la vida va a ser dura, pero que puedo a pesar de todo llegar a estar tan felices como ellos algún día. Como dicen la esperanza es lo último que se pierde, y por lo visto yo aún no la he perdido.

Creo que vuelvo a escribir en este blog porque me debo a mí misma la satisfacción de saber que alguien me lee, lo divertido que es leer otras entradas y comentarlas. Supongo que lo echo de menos. Pero sobre todo espero que desahogándome en este pequeño espacio para muchos nada importante vuelva a encontrarme conmigo misma y a volver a ser la de antes.

5 comentarios:

Paola dijo...

TE QUIERO.

Paola dijo...

MUCHISIMO.

Paola dijo...

Y SABES QUE ME TIENES PARA LO QUE QUIERAS.

Paola dijo...

Y SI NECESITAS DESAHOGARTE SABES QUE ESTARÉ AHÍ.

Paola dijo...

PARA LAS BUENAS Y PARA LAS MALAS. SIEMPRE.