2/12/13
Puede que no sea tan malo ver la belleza en una flor muerta o encontrar la felicidad junto a una manta, un libro y un té caliente. Tal vez sea peor no saber ver la belleza ni encontrar ningún tipo de felicidad. Puede que no ser feliz pero estar feliz no sea tan horrible como lo pintan. Ya sabes, la felicidad es un estado permanente difícil de alcanzar. Quizás poco a poco me estoy acercando a ella, ¿quién sabe? Puede que me esté alejando y no me de cuenta. Pero ya se verá (supongo, y espero).
Es difícil que yo encuentre cosas que me hagan completamente feliz, ¿pero cómo no encontrarlas en esta época que tanto me gusta? Sí, acabo de desvelar uno de mis muchos secretos (o no tantos), adoro la navidad, en todos los aspectos. Yo soy de las que desde Octubre ya está pensando en las navidades, de las que quieren poner el árbol de navidad a mediados de Noviembre y empezar a pensar en qué regalos comprar desde Septiembre. En estas fechas todo me parece mejor, dejo de pensar en tonos grises y empiezo a pensar en rojo y verde. Y es por eso (y por otras miles y miles de razones que no puedo escribir porque os acabaría aburriendo), por lo que en navidad soy un poquito más feliz.
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